La RAE define el hiperrealismo como el «realismo exacerbado o sumamente minucioso», es decir, como una expresión extrema del realismo, lo que sugiere la necesidad de ser creativo para llegar a ese punto.

Creatividad e Innovación suelen ir unidas, aunque no debemos confundirlas. Y a la vez, a veces una buena dosis de creatividad es suficiente para considerarnos innovadores. El caso es que sin creatividad es difícil innovar y en línea con el argumento que utilizo en el libro sobre innovación en la empresa, ambas cosas tienen mucho que ver con la capacidad de nuestra mente de discurrir soluciones a los problemas no sólo por la parte consciente correspondiente a la inteligencia humana (según la asociación generalizada de consciencia con intelecto), sino también por la parte del subconsciente como comento en el libro.

Todo esto lo plasmo como introducción al asunto que quiero tratar hoy en relación con la creatividad: el hiperrealismo. El hiperrealismo se convierte e una representación de la realidad más allá de un clon. Es decir, una fotografía sin más nunca puede ser hiperrealista si no está manipulada porque se trata de un reflejo exacto de la realidad, que se visualiza casi del mismo modo que la propia realidad, pero no es una representación elaborada como recreación de la realidad.

El hiperrealismo tiene lugar en la pintura y la literatura. Una pintura hiperrealista representa una realidad con un detalle excesivo, mostrando unos detalles en los que no nos fijamos cuando miramos el modelo real.

Tiene todo la lógica desde el punto de vista evolutivo, nuestra mente elabora una imagen de conjunto, no se para en los detalles porque de hacerlo pondría en peligro nuestra integridad física en situaciones de riesgo. Ahora bien, somos capaces de fijarnos en esos detalles, sobre todo si contemplamos durante largo rato una imagen estática que ha sido especialmente recreada para fijarse en ellos: podemos ser hiperrealistas en la observación.

¿Qué tiene que ver el hiperrealismo con la creatividad? Muy pocos son capaces de representar esos detalles de la realidad aun cuando todos nos podemos fijar en ellos. Para ser capaz de representarlos es necesaria una buena dosis de creatividad porque cada uno vemos los detalles de una manera, nos fijamos más en unos detalles y no en otros, y el artista consigue que todos centremos la mirada en lo que él ha representado y es de su creatividad de donde surge el punto de vista de esos detalles que está pintando. Si dos pintores hiperrealistas hicieran un cuadro del mismo modelo, los dos serían diferentes, al menos esa es mi teoría, y lo que demostraría que el hiperrealismo es fruto de la creatividad. Para apoyar mi postura, me paso ahora a la literatura hiperrealista, donde claramente dos descripciones hiperrealistas nunca serán semejantes entre sí precisamente porque se originan bajo la creatividad particular de cada escritor.

La pintura realista nos suena a todos, pero la literatura hiperrealista es algo en lo que probablemente muchos no se han parado a pensar como un tipo de literatura que podemos encontrar en los libros. Tiene lugar cuando se nos muestran relatos muy crudos, directos y a la vez cargados de detalles sin que se convierta el texto en una descripción formal sino una descripción muy personal y desde un punto de vista subjetivo y creativo. (Podrían ser relatos sutiles y delicados, pero si entramos en los detalles la sutileza tiende a desaparecer).

Es complicado encontrar referencias online al hiperrealismo literario, pero al que le interese investigar un poco más puede empezar por aquí.